El emprendedor arranca, pero se encuentra constantemente con inconvenientes que retrasan su crecimiento. Es entonces cuando decide desplazarse unos kilómetros al norte, al punto donde se sitúa el pescadero con experiencia. Entonces le pide ayuda: «a cambio de que me enseñes a superar los baches y a hacer crecer mi negocio, te daré una porción de mis ganancias».